martes, 3 de noviembre de 2015

Las emociones. 

Una emoción es un proceso que se activa cuando el organismo detecta algún peligro, amenaza o desequilibrio con el fin de poner en marcha los recursos a su alcance para controlar la situación (Fernández-Abascal y Palmero, 1999). Por lo tanto, las emociones son mecanismos que nos ayudan a reaccionar con rapidez ante acontecimientos inesperados que funcionan de manera automática, son impulsos para actuar. Cada emoción prepara al organismo para una clase distinta de respuesta.

¿Cuáles son las emociones básicas? : Existen 6 categorías básicas de emociones
MIEDO: Anticipación de una amenaza o peligro (real o imaginario) que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad. 
SORPRESA: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria y nos permite una aproximación cognitiva para saber qué está ocurriendo. 
AVERSIÓN: Disgusto o asco hacia aquello que tenemos delante. 
IRA: Rabia, enojo que aparece cuando las cosas no salen como queremos o nos sentimos amenazados por algo o alguien. 
ALEGRÍA: Sensación de bienestar y de seguridad que sentimos cuando conseguimos algún deseo o vemos cumplida alguna ilusión. 
TRISTEZA: Pena, soledad, pesimismo ante la pérdida de algo importante o cuando nos han decepcionado. 

Imagen 4. http://coachdeltalento.com/coaching-y-emociones-i/

¿Cómo se puede desarrollar la educación emocional en los niños?

Antes de comenzar a desarrollar estrategias de aprendizaje de las diferentes habilidades emocionales es necesario destacar algunos aspectos generales que resultan de vital importancia en el aprendizaje emocional:
Los niños se irán formando en la madurez emocional a medida que los adultos les enseñen y practiquen con ellos. Dichas habilidades se pueden aprender aprovechando cada momento cotidiano en el hogar o en el aula.
  • Enseñar a controlar las emociones es diferente a reprimirlas. Es importante que el niño aprenda a expresarlas de acuerdo con el momento, la situación y las personas presentes. 
  • Reforzar la idea de que todas las emociones son necesarias. No existen emociones buenas o malas. 
  • Transmitir al niño que todos podemos aprender muchas cosas que nos ayuden a guiar y expresar nuestras emociones. 
  • Aclarar que no podemos evitar las emociones. A veces, ante emociones que nos producen malestar como el enfado, el miedo o la tristeza, intentamos hacer cualquier cosa para dejar de sentirlas. Incluso los adultos lo hacen. ¡Sin embargo, esto no funciona! 
  • Todos tenemos derecho a todos nuestros sentimientos, incluso los de temor.